Ser alumno del Sifu Luis Saldomando y del Sistema Hon Kind ha sido la dicha más grande y el regalo más maravilloso que Dios ha puesto en mi vida. Hoy en día, muchas personas piensan y aseveran que el kung fu es sólo un conjunto de movimientos que se derivan en golpes y patadas cuyo fin es la defensa personal. Sin embargo, esta concepción es una idea muy vaga de lo que realmente es y abarca el Kung Fu, en especial el Kung Fu del Sifu Luis Saldomando que sobrepasa los límites del entendimiento racional y se adentra más allá de lo intangible. Desde que tengo 4 años he sufrido de asma y nunca he sido bueno para actividades físicas debido a mi deficiencia respiratoria, sin embargo, desde que practico este increíble arte marcial he desarrollado y ganado una gran resistencia y capacidad de oxigenación, lo que me permite afirmar que gracias a las enseñanzas recibidas por el sistema Hon Kind mi salud ha mejorado de forma exponencial. Asimismo, a la par con lo anterior, está la destreza mental y capacidad intelectual. Actualmente, soy estudiante universitario y desde que entreno con mi maestro, mi vida académica simplemente ha sido extraordinaria, sin necesidad de recibir el calificativo de ''chancón'' o ''nerd'' he logrado pertenecer al quinto superior en mis diferentes promociones de estudio. Aunque sencillamente es difícil de creer, la práctica, la dedicación hacia lo que he aprendido en el Kung fu ha potencializado la habilidad de entendimiento y compresión en mí. Por otro lado, está el desarrollo y crecimiento como persona. Los lineamientos, la base, los cimientos en filosofía, valores, disciplina que el Sifu Luis Saldomando imparte son extraordinarios y únicos. Yo que vengo creciendo en el Kung fu desde adolescente he experimentado una gran variedad de cambios dentro de mí, he ganado confianza, seguridad en mí mismo, pundonor de lucha, fortaleza para perseguir mis sueños, felicidad, sentido de la responsabilidad, etc. Todo lo anterior, que mi maestro ha ido sembrando en mí con sus palabras y ejemplo se ve reflejado hoy en día en mi persona, pues individuos fuera del círculo del Kung fu de mi maestro, notan y llegan a percibir diferencias en mí. Aunque posiblemente crean que pueda estar mintiendo, muchos conocidos han confiado en mí a ciegas y me han depositado responsabilidades sin tener que demostrarles nada y, asimismo, diversas amistades me han dicho que poseo valores, cualidades, actitudes que en comparación con otros jóvenes de mi edad no son comunes o que simplemente ya no existen. Bueno, simplemente quiero reiterar que lo anterior me lo ha dado el sistema Hon Kind a través del Sifu Saldomando a quien estoy agradecido eternamente, pues así como me ayuda a crecer como humano me enseña y me guía en cómo hacer frente a uno de los oponentes más difíciles que uno tiene, me refiero a ''la vida''. Mi maestro no es una persona que ha adquirido conocimiento y se ha vuelto docto acerca del vivir porque simplemente leyó experiencias de otros individuos en libros (como muchos disques ''maestros'' hacen), sino que lo que ha vivido es simplemente tan difícil, pero tan difícil, que me atrevo a decir que nadie hubiera podido salir tan airoso y tan triunfante como él lo ha logrado y en vez de guardarse muchas de las respuestas que consiguió, a través, de mucho dolor y sufrimiento, él te brinda su apoyo, te aconseja y orienta con un amor, bondad y pureza peculiares, que sencillamente deja a uno atónito. Es sorprendente la fuerza y temple que te da el Kung fu y mi maestro para soportar y superar los golpes que te da la vida. Un ejemplo de lo que acabo de mencionar, fue cuando mi padre sufrió un derrame cerebral que lo derivó a quedar hemipléjico, no obstante, las escenas que experimente en el hospital, donde estaba, y ver como lo amarraron a su cama, ya que la sangre en su cabeza afectó sus nervios y la psiquis, asimismo, percibir su sufrimiento, fue algo bien doloroso para mí y, sin lugar a dudas a uno lo deja triste y deprimido este tipo de vivencias. Empero, el haber seguido entrenando y escuchando a mi maestro en todo ese lapso de tiempo que viví, me dio el impulso para sobreponerme a velocidad inverosímil, tanto que pude sentir el asombro en mi propia familia. El Kung Fu del Sifu Saldomando también me ha permitido experimentar cosas inexplicables para la razón. Su Sistema ayuda a que uno trabaje mucho el ''sentir'', el ''escuchar a tu corazón'', realmente lo anterior es difícil pero no imposible de adquirir pero demanda mucho esfuerzo y años de entrenamiento (a mí me falta un gran camino por recorrer), pero las singularidades que he experimentado, en contadas ocasionas, han producido sensaciones en mí que me son difíciles de explicar con palabras. Lo interesante con este Kung Fu es que tus sentidos se agudizan y, asimismo, te sientes más identificado con la naturaleza. Por último, quiero afirmar que el Sifu Luis Saldomando no ha formado un simple grupo de practicantes de Kung fu que sólo se reúnen para entrenar y punto final, sino que mi maestro a forjado una familia, el cariño, el respeto, la unión, que uno llega a descubrir cuando se identifica con el círculo Hon Kind son realmente fascinantes. Gracias a lo que ha edificado, mi maestro, he logrado conocer a personas maravillosas y, asimismo, he conocido lo que es la ''verdadera amistad''. Quiero terminar diciendo que no van a encontrar arte marcial como el del Sifu Luis Saldomando, me atrevo a decir que es el Kung Fu más completo del Perú, de América Latina y hasta del Mundo. Aquellos que se aventuren a entrar al Sistema y empaten con el círculo Hon Kind comprenderán, a su tiempo, porque mi maestro es único....Dios bendiga al Sistema Hon Kind y a mi maestro (Luis Saldomando), muchas gracias por todo Sifu...